“El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso.”
– Podemos elegir dónde encontraremos el refugio y la protección que necesitamos.
– Podemos poner nuestra esperanza en muchas cosas, pero solo hay una que puede cubrirnos.
– Necesitamos detenernos y decidir vivir permanentemente en Sus manos.
– Ahí encontraremos el descanso y la paz que nuestras almas han anhelado por tanto tiempo.
Oración: Señor, elijo vivir, morar y permanecer en ese refugio que Tú has preparado para mí. Llena mi corazón, mi mente y mi espíritu con la paz que viene de saber que Tú estás cerca. Amén.