“Mi alma se aferra a ti; tu mano derecha me sostiene.”
– Debemos seguir a Dios con todo nuestro corazón y nuestra alma.
– Deberíamos aferrarnos a Él, como si nuestras vidas dependieran de ello.
– Mientras lo buscamos, Él vendrá y nos sostendrá.
– Esfuérzate un poco más y no dejes que haya espacio entre tú y Él.
Oración: Señor, es mi propósito y mi deseo seguirte y aferrarte a ti. Tú eres quien llevará y me sostendrá. Tú eres el que mi alma anhela. Amén.