“Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios.”
– En medio del ajetreo de la vida, es bueno tomarse un momento para ver las cosas en perspectiva.
– La vida puede volverse abrumadora y distraernos y hacernos dudar.
– Has una pausa, y reasegúrate de que Dios sigue siendo Dios.
– Con este conocimiento, podemos enfrentar la vida con confianza y paz.
Oración: Señor, perdóname por estar distraído por todas las cosas que están sucediendo a mi alrededor y en el mundo en este momento. Aprovecho este momento para “estar quieto”. ¡Te pido que me reveles de nuevo la verdad por la que necesito vivir, que Tú eres Dios! Amén.