“No me niegues, Señor, tu misericordia; que siempre me protejan tu amor y tu verdad.”
– El Señor no retendrá su misericordia hacia ti.
– Su amor inagotable siempre estará ahí para ti.
– Su fidelidad sin fin seguirá y seguirá.
– Su protección divina te protegerá sobrenaturalmente, día a día.
Oración: Señor, verdaderamente Tú eres mi Dios amoroso y mi precioso Padre Celestial. Estás lleno de tiernas misericordias, amor inagotable y fidelidad constante. Estoy seguro y protegido por Tu omnipotente poder y tu amor por mí. Amén.