Versículo bíblico diario: Salmo 3:4
“Clamo al Señor a voz en cuello, y desde su monte santo él me responde.”
– Es interesante que David no oraba al Señor, sino que clamaba.
– El Señor escucha nuestras oraciones silenciosas, pero algunas veces tenemos que clamar en voz alta.
– ¿Será que has estado llamando al Señor con voz fuerte últimamente?
– Las respuestas a las oraciones son una bendición para nuestra alma, y Él escucha nuestro clamor.
Oración: Señor, levanto mi voz y pido que intervengas en lo que me está pasando. Sé que me escuchas cuando te llamo, y espero con ansiedad tu respuesta. Amén.