“Tú me cubres con el escudo de tu salvación, y con tu diestra me sostienes; tu bondad me ha hecho prosperar.”
– El Señor es tu escudo protector.
– Él te sostiene y te lleva con sus manos.
– A medida que tu corazón confía en Él, serás ayudado, salvado y cuidado.
– Confía en su poder y habilidad para protegerte y preservarte.
Oración: Señor, en un mundo que es incierto, y en un mundo lleno de peligros y daños potenciales, te buscaré para tener la protección que necesito. Gracias por cuidarme y gracias por tu poder que me protege. Amén.