“El Señor dijo: Yo soy tu porción y tu herencia.”
– El Señor tiene reservadas cosas maravillosas para cada uno de nosotros.
– Pero la mayor de todas las cosas es Él mismo, para nosotros que somos sus hijos.
– Puede ser que tú no recibas tu porción o tu herencia en esta vida.
– Sin embargo, Dios nos garantiza una herencia, tanto ahora, como para la eternidad.
Oración: Señor, gracias porque Tú eres mi porción y mi herencia. Reconozco que al final de todo, mi plenitud y contentamiento viene de ti y no de los hombres. Amén.