“Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?”
– Nunca subestimes tu gran valor para el Señor.
– Él es tu Padre Celestial que se preocupa por toda la naturaleza y por ti.
– No mires a tu alrededor con consternación y desesperación, más bien, mantén tus ojos en Él.
– Él proveerá, tomará a su cargo y suplirá tus necesidades.
Oración: Señor, gracias por recordarme el hecho de que soy valioso y precioso para ti. Tú eres mi Padre Celestial y no tengo nada que temer porque puedo confiar en ti y confiar en ti. Amén.