“Hoy les ha nacido en la Ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor.”
– Es asombroso pensar que nuestro Salvador nació específicamente pensando en nosotros.
– Todo sobre su nacimiento fue asombroso y maravilloso.
– El niño, cuyo nacimiento celebramos, era tanto un Salvador como el Señor.
– ¡Que la realidad y el gozo de Su nacimiento sean una realidad viva para ti!
Oración: Señor, gracias por el gran regalo de un Salvador que nació para toda la humanidad y para mí. Recibo a Tu Hijo, como un regalo para mí, y lo recibo como mi Salvador y mi Señor. Amén.