“—Señor —contestó Simón Pedro—, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.”
– Al final del día, solo hay Uno a quien podemos acudir.
– Solo el Señor tiene las respuestas y el futuro en Sus manos.
– Todo lo demás es especulación y opinión humana.
– No mires nada más, mira a Aquel que tiene palabras de vida eterna.
Oración: Señor, ¿a quién iré? Tú eres todo lo que necesito, y Tú eres el que sabe todas las cosas, lleva todo y comprende mi corazón y mis deseos. ¡Te miro y solo a Ti! Reconozco que dependo completamente de ti. Amén.