“Nadie puede recibir nada a menos que Dios se lo conceda.”
– Todo lo que tenemos en la vida es un regalo de la mano de Dios.
– La vida en sí misma es un regalo, y el aliento mismo en nuestros pulmones es un regalo de Dios.
– No des las cosas por sentado.
– Todo don bueno y perfecto nos viene del Señor.
Oración: Señor, gracias porque eres el Dador de cada bendición y tesoro que disfruto en mi vida. Te alabaré mientras me prestes el aliento de mis pulmones. Reconozco que todo lo bueno viene de ti. Amén.