“—María —le dijo Jesús.”
– En el momento de mayor angustia de María, su Salvador la llamó por su nombre.
– Hoy tu Salvador te llama por tu nombre.
– Él te creó, te formó y te conoce.
– Él te ha llamado por tu nombre y tú le perteneces.
Oración: Señor, gracias porque te pertenezco. Has que yo pueda tener esa tranquilidad en el corazón, que estás llamándome por mi nombre, y que sepa que Tu amor me está alcanzando ahora mismo. Amén.