“—Mi reino no es de este mundo —contestó Jesús—.”
– A veces tenemos que recordar que pertenecemos a otra dimensión.
– Este mundo no es nuestro hogar, solo estamos de paso.
– Esta vida terrenal temporal no es nada comparada con la vida eterna por venir.
– Así que no permitas que las cosas de la vida te abrumen, mantén una perspectiva eterna.
Oración: Señor, gracias porque puedo mirarte a Ti y la dimensión eterna que me espera, como tu hijo. Que las cosas de este mundo sean opacadas ante la luz de tu gloria y gracia. Amén.