“No temas, que yo te he redimido; te he llamado por tu nombre; tú eres mío.”
– Si el Señor conoce cada estrella en el espacio. Ciertamente sabe tu nombre.
– Nunca podremos comprender completamente cuán grande es su amor para con nosotros.
– Ser llamado por nuestro propio nombre es una señal de su ternura individual hacia nosotros.
– Recuerda, tú le perteneces y Él te salvará.
Oración: Señor, no tendré miedo. Me estás cuidando y me estás llamando a hacer lo que has planeado y propuesto para mi vida. Pongo mi vida y mi futuro en Tus manos infalibles. Amén.