“Para que, los que busquemos refugio, nos aferremos confiadamente a la esperanza que está delante de nosotros.”
– Podemos correr hacia el Señor, porque Él es nuestro refugio y nuestra fuerza.
– El Señor es tu refugio, y por eso, puedes tener gran confianza.
– Hay esperanza para el futuro y para todo lo que tenemos por delante.
– Debemos aferrarnos a esto y permitir que {El sea el ancala para nuestras vidas.
Oración: Señor, corro hacia Tus brazos de fuerza y esperanza. Solo Tú eres mi refugio y mi esperanza. Lléname de esperanza porque pongo mi fe y mi esperanza en Ti. Amén.