“Pues aquí no tenemos una ciudad permanente, sino que buscamos la ciudad venidera.”
– Todavía no has llegado a tu hogar; Tu hogar definitivo es eterno.
– Vivimos en la tierra, y pensamos que las cosas aquí son permanentes.
– Pero vivimos en un mundo donde todo cambia a cada momento.
– Por esta razón, debemos recordarnos a nosotros mismos lo que es eterno y permanente.
Oración: Señor, gracias porque al final, Tú permaneces como mi Padre eterno. Ayúdame en esta vida temporal, a recordar siempre que mi destino final es vivir en Tu casa para siempre. Amén.