“Isaac sembró en aquella región, y ese año cosechó al ciento por uno, porque el Señor lo había bendecido.”
– Uno se pregunta qué hubiera pasado si Isaac no hubiera plantado la semilla.
– Pero lo hizo, hizo su parte y el Señor hizo el resto.
– A medida que hacemos fielmente nuestra parte, el Señor nos guiará para salir sanos y salvos.
– Haz lo que el Señor te está guiando a hacer y espera una gran cosecha.
Oración: Señor, dame el valor y la determinación para hacer mi parte y plantar la semilla que me has dado. Incluso en estas circunstancias, que no parecen prometedoras, esperaré tu bendición. Amén.