“La palabra del Señor vino a Abram: «No temas, Abram. Yo soy tu escudo, y muy grande será tu recompensa».”
– Qué reconfortante y tranquilizadora la palabra que Abraham recibió del Señor.
– Estas palabras de confianza también pueden servir de consuelo para ti.
– No tienes que temer; Tienes un escudo y una gran recompensa.
– No temas. Yo soy tu escudo y tu gran recompensa.
Oración: Señor, hoy recibo tu palabra que viene de tu boca a mi corazón. No temeré, confiaré en Ti y no tendré miedo. Amén.