“Moisés notó que la zarza estaba envuelta en llamas, pero que no se consumía.”
– Cuando el Señor se cruza en nuestras vidas, nunca es para destrucción.
– Él es nuestro soporte y dador de vida, no es un destructor.
– Él nos brinda vida, y convierte aquello que podría destruirnos, en algo que da vida.
– Inclusive si tú estuvieras enfrentando un fuego hoy en día, Él se aseguraría de que no te consuma.
Oración: Así como te apareciste a Moisés y tocaste su vida con propósito y potencial, te pido que toques mi vida para que yo quede alineado con tus propósitos y planes para mí. Amén.