“La carrera no la ganan los más veloces, ni ganan la batalla los más valientes.”
– La fuerza y la capacidad humana no siempre son una garantía de éxito.
– Nunca debemos dejar al Señor fuera de la ecuación de la vida.
– Nos dice: que los débiles digan: “¡Soy fuerte!”
– Él nos dice: que los pobres digan: “¡Soy rico!”
Oración: Señor, elijo correr la carrera particular que has puesto delante de mí, con tu fuerza. Elijo pelear la batalla con la que me enfrento, con tu fuerza y tu poder. Amén.