“En Egipto nosotros éramos esclavos del faraón, pero el Señor nos sacó de allá con gran despliegue de fuerza.”
– El Señor siempre quiere movernos a una mejor posición.
– Su mano poderosa está trabajando continuamente dentro de nuestras vidas y circunstancias.
– Quiere levantar las cargas y llevarnos a un espacio mejor.
– Ya no eres un esclavo, pero eres su hijo escogido a mano.
Oración: Señor, gracias por la esperanza que tengo en ti. Debido a esta gran esperanza, puedo alejarme de la esclavitud a la libertad, de la duda a la fe y del desánimo a la confianza. En ti estoy completo. Amén.