“Moisés tenía ciento veinte años de edad cuando murió. Con todo, no se había debilitado su vista ni había perdido su vigor.”
– El Señor es Aquel que nos sostiene incluso cuando todo está en contra.
– Moisés no tuvo una vida fácil, y aun así, al final permaneció fuerte y lúcido.
– La vida, con todo lo que trae, nos podría agotar prematuramente.
– Pero el Señor, con Su amor y cuidado, nos quiere sostener permanentemente.
Oración: Señor, gracias porque Tú me sostienes. La vida no tendría lo mejor de mí. Pero Tú me levantarás y me sostendrás hasta que vengas por mí. Amén.