“Yo soy de mi amado, y mi amado es mío.”
– Recuerda, tú eres valioso y precioso para Dios y Él te ama.
– Le perteneces a Alguien; le perteneces al Señor.
– Tú eres su tesoro especial, y eres su morada, donde Él puede habitar.
– Tu Padre celestial te ama y te cuida – no tengas miedo!
Oración: Señor, gracias porque sé que soy amado y valorado por Ti. Me ves como a alguien muy valioso. Descansaré con esta seguridad y la de tu fiel amor para mí. Amén.