“Quédense quietos en sus puestos, para que vean la salvación que el Señor les dará.”
– Algunas veces, solo tenemos que quedarnos quietos en nuestros puestos.
– Al enemigo le gustaría vernos sacudidos y preocupados.
– Pero debemos mantenernos en nuestras posiciones y quedarnos firmes.
– No te rindas al miedo, porque el Señor tiene un plan para liberarte!
Oración: Señor, perdóname por permitir que el miedo me sacuda y me moleste. Confiaré en Ti y no temeré, porque Tú me liberarás. Amén.