“Así dice el Señor: “No tengan miedo ni se acobarden cuando vean ese gran ejército, porque la batalla no es de ustedes, sino mía.”
– Cuando nos enfrentamos a desafíos e inseguridad, podemos desanimarnos.
– El desánimo nos priva de nuestro gozo y de nuestra paz.
– Hoy, el Señor quiere decirte: “¡No te desanimes!”
– El Señor peleará por ti, porque te ama y se preocupa por ti.
Oración: Señor, gracias por la fuerza, el gozo y la paz que traes a mi vida. No permitiré que un espíritu de desánimo me atormente, porque Tú me has dicho que no tema ni me desanime. Amén.