“Bellos lugares me han tocado en suerte; ¡preciosa herencia me ha correspondido!”
– Hoy podemos hacer una pausa y recordar lo bueno que Dios ha sido con nosotros hasta ahora.
– Él toma todo lo que atravesamos y lo trabaja en conjunto para nuestro bien.
– Tómate un momento y piensa en algo por lo que puedas estar agradecido.
– Ahora dale gracias al Señor por eso y por Su bondad hacia ti.
Oración: Señor, gracias por Tu bondad. Por tu bondad y Tu eterna misericordia para conmigo. Soy bendecido, porque Tú eres mi Dios y me has llevado y me has traído hasta este punto. Amén.