“Exterminaré a la langosta, para que no arruine sus cultivos y las vides en los campos no pierdan su fruto —dice el Señor Todopoderoso—.”
– El Señor es nuestro máximo Protector y Defensor.
– A menos que el Señor use nuestras vidas, todo lo demás no tiene sentido.
– A menos que el Señor nos proteja, ningún ejército podrá protegernos por completo.
– Pero con el Señor en nuestras vidas, Él interviene y hace que nuestras vidas sean fructíferas.
Oración: Señor, gracias porque puedo confiar en Ti como mi fuente de protección, provisión y seguridad. Obra en mi vida, te lo ruego, y haz que esas cosas que quisieran destruirme sean eliminadas. Amén.