“¿Por qué he de temer en tiempos de desgracia?
– El Señor está contigo, no tienes nada que temer.
– ¡A lo largo de los siglos, el Señor ha caminado con aquellos que enfrentan problemas!
– ¿No cerró la boca del león cuando Daniel estaba en la guarida del león?
– Él hará lo mismo por ti, independientemente de lo que estés enfrentando, ¡no temas!
Oración: Señor, gracias por el hecho tranquilizador de que estás conmigo. No hay problemas, ni maldades ni dificultades que no pueda superar contigo a mi lado. Confiaré y no temeré. Amén.